
Recordemos que no es la primera vez que toman contacto integrantes del aparato represivo de ambos países, ya que durante la gestión del mismo Cuenca, en el año 2008, alrededor de treinta agentes de la policía santafesina participaron de un programa de capacitación e intercambio mediante becas otorgadas por el gobierno de Chile, para capacitarse junto a sus Carabineros. Ya en ese momento las autoridades de la Justicia provincial declaraban que “La idea del gobierno santafesino es lograr que estos intercambios se repitan con más continuidad”, a la vez que remarcaban “la gran experiencia que poseen los carabineros chilenos, que es muy reconocida por la comunidad”.
¿Pero de qué se trata esto? ¿De qué se trata aquello de "Modelo Policial Chileno: El cambio... es posible"? Se trata del modelo de represión, criminalización y montaje mediático-judicial hacia quienes luchan, llevado adelante por los Carabineros de Chile y sus instituciones de Justicia, ejemplo para algunos burgueses locales de cómo debe llevarse adelante un país, manteniendo a raya a los inconformes, organizados o no.
Además de la prepotencia ejercida a diario en las calles chilenas, estas fuerzas armadas del Estado son las encargadas -junto a otros cuerpos uniformados- de reprimir a todo aquel que reclame por sus necesidades humanas. De esta manera, han golpeado a lo largo de todo el territorio a todo aquel que se haya manifestado. Han sufrido sus bastonazos, perdigonadas y encarcelamientos los estudiantes secundarios y universitarios, los trabajadores, los mapuches; es decir: la clase explotada y oprimida que no se calla y no se resigna a la pasividad.
Amparado en la "Ley antiterrorista" -también en marcha en la Región Argentina desde 2007, aunque poco utilizada- el Estado Chileno manda a sus perros guardianes para cazar a quienes luchan. Llegando incluso a asesinar, torturar y acusar de terroristas a niños de comunidades mapuches; o a inventar pruebas que con el tiempo se van contradiciendo, para intentar demostrar que algunos anarquistas poseen fábricas de bombas. Por esto, años anteriores ya ha habido detenidos que debieron ser liberados por falta de pruebas, y actualmente se encuentran detenidos y/o procesados 14 militantes anarquistas y libertarios acusados de lo mismo [1]. Desde entonces, la excusa de las bombas ha servido para allanar casas particulares y Centros Sociales, que también han sido desalojados, para intentar introducir el miedo y disciplinar, la rebeldía que seguirá existiendo mientras siga existiendo la desigualdad social.
Por todas partes, aquí y allá, intentan inocularnos el miedo con el discurso de la inseguridad, para inmediatamente ofrecernos más represión como antídoto.
¿Inseguridad? ¡Inseguridad es la policía!
[1] Para más información acerca de lo sucedido en Chile consultar: santiago.indymedia.org o libertadalos14a.blogspot.com