¡No estamos indignados, impactados, sorprendidos…!
Lo que hoy queda en evidencia (y ya no es ninguna novedad) son horrores inherentes al sistema capitalista. Las recetas que impone la burguesía son las de ayer, hoy y siempre contra nosotros.
¡La continuidad del sistema actual sólo puede realizarse a expensas de nuestra clase!
¿Porqué indignarse de los excesos del capitalismo y no luchar contra el capitalismo mismo? ¿Porqué indignarse del enriquecimiento de los bancos y no cuestionar su existencia misma, dado que su objetivo es enriquecerse? ¿Cómo indignarse de las dificultades de nuestra clase social, sin poner en cuestión la existencia misma de clases sociales?
Pero tampoco estamos resignados
De manera global y general la correlación de fuerzas favorece a la burguesía que detenta los medios para continuar explotándonos, reprimiéndonos y desapareciéndonos…Sin embargo frente a la flagrante e inocultable incapacidad del sistema capitalista para disminuir la catástrofe que el mismo engendra y la consecuente agravación de todos los problemas humanos las revueltas proletarias se generalizan. Contra dichas revueltas, la burguesía utiliza toda su potencia y todos sus medios para cantonarlas en meros movimientos pacifistas, ciudadanistas, legalistas, apolíticos...buscando encerrarlas en el modelo “socialmente admitido”, en la democracia. Por el contrario nuestro objetivo es superar/reventar todos esos límites establecidos en los cuales quieren encerrar nuestro movimiento.
Estamos profundamente convencidos…
de que el futuro de la humanidad no se jugará en el terreno de las indignaciones multiformes, ni de las causas humanitarias, o los combates individuales...; sino por la conjunción de fuerzas que permitan eliminar este sistema mortífero. Los proletarios están forzados a destruir el capitalismo de raíz si no quieren que este destruya todo nuestro mundo.
¡Estamos en guerra de clases!
Todo lo que se quiere imponer como “indignados” (libros, plataformas, manifiestos, contenidos…) no representa para nada el movimiento de protesta generalizada contra el capitalismo, sino que es, por el contrario, un verdadero chaleco de fuerza que el capitalismo, la democracia quiere imponer para sujetar a los proletarios e impedir el verdadero movimiento y su desarrollo hasta la destrucción del capitalismo.
Rompamos con todos los límites “indignados”, ciudadanistas, democráticos…
REAFIRMEMOS LA GUERRA DE NUESTRA CLASE
PARA ELIMINAR POR COMPLETO EL SISTEMA SOCIAL BURGUÉS MUNDIAL.
Proletarios Internacionalistas - Octubre 2011