La paciencia desentiende promesas cuando lo que reclama es en el nivel de las necesidades, las apariencias de equidad se astillan cuando las demandas de consumo festivo no alcanzan ni a ilusionarse, frustradas de antemano por la imposibilidad de la sobrevivencia diaria.
El capital no tiene límites. La contaminación de las aguas en el puerto de Ingeniero White equiparan los estados físicos de peces y humanxs, alterados químicamente por el zinc y los metales pesados en los cuerpos. La pesca artesanal se convertió en amenaza mortal en caso de ofrecerse como alimento a familiares y vecinos, y así va desapareciendo el oficio más antigüo y generalizado entre el pueblo whitense.
Haciéndose cada vez más insoportable la sobrevivencia, y no existiendo ninguna otra alternativa económica más que la muerte, los pescadores luego de meses de cortar los accesos marítimos al puerto, armaron barricadas, quemaron oficinas y propiedades empresariales y se enfrentaron a cientos de policías y prefectos que con balas de goma y plomo, gases lacrimógenos, patrulleros, cacerías y cobardes golpizas a los detenidos, efectuaron las ordenes indicadas por las autoridades políticas.
En la resistencia de hoy fueron detenidos 64 personas, entre pescadores y vecinos solidarios. Lo que sin duda posicionará en la conciencia los roles sociales, con la claridad propia de los intereses materiales y la actuación en los momentos decisivos de los conflictos, fue ver que la mayoría de los secuestrados fueron amarrados y baleados adentro de la Iglesia del pueblo, cuando el fiel, lamentable y mortal Cura – luego arrepentido con falsos llantos ante los insultos y golpes de los familiares de los detenidos- abrió la puerta para que los policías entren a cazar obreros.
Se acaban las noches de paz en en las casas hambrientas, en las solitarias celdas, en los ambientes contaminados, en los corazones de lxs oprimidxs que laten odio para lxs explotadores y sus aparatos.
El capital no tiene límites. La contaminación de las aguas en el puerto de Ingeniero White equiparan los estados físicos de peces y humanxs, alterados químicamente por el zinc y los metales pesados en los cuerpos. La pesca artesanal se convertió en amenaza mortal en caso de ofrecerse como alimento a familiares y vecinos, y así va desapareciendo el oficio más antigüo y generalizado entre el pueblo whitense.
Haciéndose cada vez más insoportable la sobrevivencia, y no existiendo ninguna otra alternativa económica más que la muerte, los pescadores luego de meses de cortar los accesos marítimos al puerto, armaron barricadas, quemaron oficinas y propiedades empresariales y se enfrentaron a cientos de policías y prefectos que con balas de goma y plomo, gases lacrimógenos, patrulleros, cacerías y cobardes golpizas a los detenidos, efectuaron las ordenes indicadas por las autoridades políticas.
En la resistencia de hoy fueron detenidos 64 personas, entre pescadores y vecinos solidarios. Lo que sin duda posicionará en la conciencia los roles sociales, con la claridad propia de los intereses materiales y la actuación en los momentos decisivos de los conflictos, fue ver que la mayoría de los secuestrados fueron amarrados y baleados adentro de la Iglesia del pueblo, cuando el fiel, lamentable y mortal Cura – luego arrepentido con falsos llantos ante los insultos y golpes de los familiares de los detenidos- abrió la puerta para que los policías entren a cazar obreros.
Se acaban las noches de paz en en las casas hambrientas, en las solitarias celdas, en los ambientes contaminados, en los corazones de lxs oprimidxs que laten odio para lxs explotadores y sus aparatos.
Mientras exista miseria habrá rebelión.
Guerra social al Estado y el Capital.
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